La comunidad del municipio de Bello, Antioquia, se encuentra consternada tras el asesinato de Sara Millerey González Borja, una mujer trans de 32 años, ocurrido el pasado fin de semana. El hecho, que las autoridades investigan como un posible crimen de odio, ha sido catalogado por organizaciones sociales como un feminicidio motivado por prejuicios hacia su identidad de género, lo que ha generado profunda indignación y movilización social.
Sara fue encontrada con múltiples fracturas en sus extremidades en la quebrada La García, lo que le impedía salir del agua por sus propios medios. Aunque fue trasladada con vida al Hospital La María, en Medellín, falleció horas después debido a la gravedad de sus heridas. La brutalidad del ataque evidencia la violencia sistemática que enfrentan las personas trans en Colombia, particularmente las mujeres trans.
En un pronunciamiento público, la alcaldesa de Bello, Lorena González, repudió el crimen y se solidarizó con la comunidad LGBTIQ+:
Levanto mi voz como alcaldesa, pero sobre todo como ser humano, para rechazar con total contundencia el asesinato de Sara, una mujer trans víctima de un acto atroz y cargado de odio… Y duele profundamente pensar que ocurrió ante la indiferencia de muchos. No podemos permitir que la transfobia siga cobrando vidas en silencio.
La mandataria también reconoció que existe una deuda institucional con esta población:
Como Alcaldía, como ciudad, tenemos una deuda con la comunidad LGBTIQ+. Y hoy, con el corazón en la mano, les digo que no podemos guardar silencio. Vamos a exigir justicia por Sara y vamos a seguir trabajando por una ciudad donde todas las vidas sean dignas y respetadas. La transfobia mata. No más indiferencia y no más silencio.
Este caso se suma a otros dos homicidios de personas LGBTIQ+ registrados recientemente en Antioquia, lo que ha encendido las alarmas sobre el incremento de la violencia motivada por la orientación sexual o identidad de género de las víctimas.
Las autoridades adelantan las investigaciones correspondientes y ya analizan un video que registró parte del ataque, con el fin de identificar y judicializar a los responsables. Sin embargo, colectivos LGBTIQ+ y organizaciones defensoras de derechos humanos exigen celeridad, justicia y acciones estructurales que frenen la impunidad en estos casos.
Este hecho lamentable subraya la urgente necesidad de fortalecer políticas públicas con enfoque de género y diversidad, garantizar el acceso efectivo a la justicia para las víctimas, y promover una cultura de respeto e inclusión que erradique toda forma de violencia basada en el prejuicio.
La memoria de Sara Millerey González Borja se convierte hoy en un símbolo de resistencia y un llamado urgente a actuar con contundencia frente a los crímenes por identidad de género en Colombia.