El conflicto se desató tras la publicación de un video en el que López arremete contra Marín y otros comunicadores, sugiriendo sin pruebas que "piensan y actúan como milicias". Estas declaraciones han sido calificadas como irresponsables, peligrosas y sin sustento, ya que en un país como Colombia, marcado por la violencia política, tales acusaciones pueden convertirse en sentencias de muerte.
José Luis Marín ha sido contundente en su respuesta y ha dejado claro que cualquier daño que pueda sufrir será responsabilidad de López. “En un país donde la estigmatización ha sido usada como arma para silenciar a la oposición, el presidente del Concejo, quien debería garantizar el debate democrático, me llama ‘miliciano’. Si algo me pasa, lo hago responsable”, advirtió Marín en sus redes sociales.
Pero Marín no es el único blanco de estos ataques. El periodista Hernán Muriel, también señalado en las declaraciones de López, denunció que esta estrategia no es más que un intento desesperado de desacreditar a quienes cuestionan la administración actual. “El presidente del Concejo de Medellín, incapaz de sostener un debate con argumentos, recurre a la difamación. Sus palabras son gasolina para quienes buscan silenciarnos con violencia”, afirmó Muriel.
La actitud de Sebastián López ha sido ampliamente cuestionada, no solo por sus señalamientos irresponsables, sino porque reflejan una peligrosa instrumentalización del poder en contra de la oposición y la prensa crítica. En una ciudad donde la violencia política ha cobrado tantas vidas, sus palabras no solo cruzan los límites de la ética, sino que representan un riesgo real para la vida de quienes han sido señalados sin pruebas.
Las autoridades tienen ahora la responsabilidad de actuar con celeridad para evitar que esta denuncia se convierta en una más dentro de la larga lista de casos de impunidad en Colombia. La comunidad espera que López rinda cuentas por sus declaraciones y que se le exija el respeto mínimo que su cargo demanda.