Sandra Gutiérrez, miembro del Frente Nacional contra el
Abuso de los Peajes, protagonizó un momento de protesta en una caseta ubicada
en la vía Pereira-Medellín. La mujer, molesta tras haber pagado dos peajes en
menos de 30 minutos, decidió no pagar uno más y expresar su inconformidad por
lo que considera un abuso tarifario.
El hecho quedó registrado en un video grabado por la misma
Sandra, donde se observa a Gutiérrez acercándose a la caseta del peaje,
afirmando: “Le doy 2.000 para el mantenimiento de la vía”. Al ser confrontada
por un vigilante, insistió con firmeza: “No voy a pagar más peajes. Me hace el
favor y me abre la talanquera”.
La protesta de Gutiérrez destacó la discrepancia en costos
de las carreteras colombianas. “Con lo que pagué puedo andar 450 kilómetros
gratis”, señaló la ciudadana, en alusión a la suma invertida en el trayecto. La
vía Pereira-Medellín tiene una extensión aproximada de 244 kilómetros y cuenta
con cuatro casetas de peaje, mientras que la ruta Medellín-Bogotá, de 419
kilómetros, posee seis casetas.
Aunque los funcionarios del peaje afirmaron que no podían
abrir la talanquera sin el pago correspondiente, Gutiérrez finalizó su protesta
lanzando un contundente: “No les voy a acolitar esta alcahuetería, descarados”.
El video que ha alcanzado cerca de 1.1 millones de reproducciones
en TikTok ha generado una fuerte discusión en redes sociales sobre el costo de
los peajes en el país y la calidad de las vías, reavivando el debate sobre la
distribución equitativa de estas tarifas en las carreteras nacionales.
Actualmente, en Colombia se recomienda que entre una caseta
de peaje y otra haya al menos 150 kilómetros de distancia, una medida que busca
equilibrar los costos para los usuarios. Sin embargo, en la ruta
Pereira-Medellín, de aproximadamente 244 kilómetros, los conductores deben
pagar en cuatro casetas, lo que para muchos representa un abuso tarifario.
Antioquia, además, es uno de los departamentos con más
peajes del país, una realidad que ha generado constantes reclamos por parte de
los conductores, quienes exigen una relación más justa entre los pagos y la
calidad de las vías.