Por factores de violencia y posible fraude electoral, la Misión de Observación Electoral (MOE), anunció que la capital del departamento antioqueño ha pasado a extremas las posibilidades de riesgo electoral, a dos semanas de la jornada de Elecciones Territoriales 2023.
La entidad que se encarga de promover los derechos electorales de los ciudadanos también se ocupa de observar y denunciar las irregularidades que se cometen en los comicios. Entre los factores que la MOE identificó como riesgos para las elecciones en Medellín se encuentran:
La presencia de grupos armados ilegales en la ciudad, que podrían intimidar a los votantes o intentar alterar los resultados de las elecciones.
La violencia contra líderes políticos, que ha aumentado en los últimos meses.
La falta de garantías para el ejercicio del voto, como la falta de jurados de votación y la falta de capacitación para los mismos.
Por esta razón, hay un selecto grupo de 13 municipios en los cuales las autoridades y otros organismos del Estado deben fijar la atención de manera especial con el fin de disminuir su grado de vulnerabilidad ante factores que buscan desestabilizar la jornada.
Otro de los riesgos es la sospecha de posible fraude electoral en 55 de los 211 puestos de votación destacados en la ciudad (26% del total) y la presencia de bandas en ciertos sectores geográficos que representan intereses políticos, de acuerdo con el nuevo Mapa de Riesgo Electoral de la MOE.
El estado del riesgo se dio a conocer por medio de la plataforma Datos Electorales, un espacio de la MOE, en el que aparecen los niveles de exposición a las irregularidades electorales que tienen los distintos municipios y departamentos de país. La información se presenta de forma continua por medio de un mapa que detalla las intensidades
La MOE cita una alerta temprana realizada por la Defensoría del Pueblo en la cual el organismo de derechos humanos señala la “presencia de Grupos Armados no Estatales parte del conflicto y Grupos Armados de Crimen Organizado” que mantienen tanto un control de la ilegalidad como un control intimidante sobre los pobladores de barrios periféricos.