Tras la presunta desaparición de la adolescente, la familia comenzó a recibir llamadas extorsivas. Ante esta eventualidad, los padres de la menor alertaron a las autoridades del secuestro del que “era víctima la menor”.
Una vez comenzaron las extorsiones por el supuesto secuestro de la menor, la familia interpuso la denuncia y las autoridades a través de labores de inteligencia lograron determinar lo que ocurría. "De manera inmediata las actividades de inteligencia de Policía Judicial del Gaula, lograron determinar que esta menor no se encontraba secuestrada, y que estaba fingiendo su secuestro”, según Gabriel Niño, comandante del Gaula Medellín.
Según las autoridades, la adolescente se hizo pasar por víctima de un grupo criminal y pidió $7 millones a sus familiares a cambio de su liberación.
La menor fue aprehendida en el barrio Picacho, al noroccidente de Medellín, y deberá responder por el delito de extorsión.
