Aunque Bello es bello, esta característica tiene poco o nada que ver con la elección de su nombre; una decisión tomada gracias a la petición de unos cuantos pobladores hace 130 años.
Sin embargo, todo cambió en 1883 cuando, el 27 de octubre, algunos habitantes del Hato enviaron un memorial de petición al presidente del Estado de Antioquia, una figura política equivalente al actual gobernador del departamento, Luciano Restrepo Escobar. Aquella carta, firmada por 36 vecinos, decía: 'Suplicamos muy encarecida y respetuosamente que decretéis que este pueblo lleve el nombre de Bello, ya que deseamos ser llamados bellinos en lugar de hatoviejeños'.
En aquella solicitud se argumentaba que el término Hato Viejo avergonzaba a los habitantes debido a su asociación con un lugar de vacas y caballos. En cambio, se consideraba que un nombre como Bello sería más culto, digno y moderno, en honor al filósofo y poeta venezolano Don Andrés Bello, quien era amigo cercano de Marco Fidel Suárez.
Esta petición fue escuchada y el 28 de diciembre, el presidente del estado le cambió el nombre al territorio mediante el decreto 591 de 1883, rindiendo tributo hasta la fecha a aquel diplomático y padre de la patria de Venezuela.