Joven denuncia demora de 3meses en atención por acoso y amenazas en Medellín.


El acoso se ha extendido incluso a miembros de su familia, sumado a visitas a su hogar donde se le grita y se dejan prendas de vestir y otros objetos.

Una joven residente de Medellín, ha vivido una pesadilla de acoso y amenazas por parte de su expareja, quien ha utilizado diversos medios para acosarla, incluyendo llamadas telefónicas, mensajes y correos electrónicos. Esta situación la ha llevado a sufrir una profunda depresión, lo cual fue detectado por su universidad. En abril, decidió buscar ayuda a través de la línea 123 Mujer de la Alcaldía de Medellín con el objetivo de evitar que el acoso verbal y psicológico se convierta en violencia física, convirtiéndola en una potencial víctima de feminicidio.

Sin embargo, se encontró con la falta de atención por parte de las autoridades, ya que tuvieron que pasar tres meses para que su caso fuera realmente atendido y se le brindara ayuda. "Corriendo peligro mi vida, fui a la inspección y me dijeron que no era de su competencia, que era de Fiscalía o comisaría, pero en Fiscalía y comisaría también afirmaron, en su momento, no ser las competentes", relata la víctima con frustración.

Tras conocer su desesperada situación, la mujer fue contactada por líderes defensoras de los derechos de las mujeres en Medellín. Gracias a esta intervención, acompañada por una abogada identificada como miembro de la línea 123 Mujer, su caso fue recibido finalmente por la comisaría de Familia. Se destaca que solo cuando una persona está acompañada por alguien de la línea 123 de emergencia, debidamente identificada con carné y chaleco, se le presta atención. Mientras tanto, su vida y la de su familia están en peligro constante.

Después de largas gestiones, se logró obtener una orden de restricción vigente hasta el mes de septiembre, así como una citación para su expareja en la Comisaría durante el mismo mes. Sin embargo, su denuncia aún no ha sido recibida por la Fiscalía y solo se atenderá una vez que se cumpla dicho encuentro.

A pesar de estas medidas, La víctima sigue temiendo por su vida. El hombre que la acosa le dice diariamente que está armado y que tanto ella como su familia son su objetivo, incluso sigue visitando su hogar para hostigarlos, desobedeciendo así la orden de restricción. Esto lleva a la joven a cuestionar la eficacia de las ayudas que las autoridades afirman brindar a personas en su situación. "Las instituciones, que son a las que uno puede recurrir, no hacen nada. Lo grave del asunto es que desde abril hasta junio, vamos para tres meses, y yo sigo en la misma situación. ¿Para qué se llenan la boca diciendo 'ni una más' y marchan si ni la Alcaldía ni nadie hace algo?", enfatiza la mujer.