Cementerio Museo San Pedro: un escenario histórico y cultural de Medellín


Con más de 180 años de historia y lejos de ser un camposanto convencional, este cementerio ofrece a la ciudadanía una amplia agenda cultural y artística con la que se logra que este espacio sea habitado también por los vivos.

Fundado en 1842 siendo el primer cementerio privado de la ciudad, fue el espacio en el que la elite medellinense del momento dio el último adiós a sus seres queridos; hoy reposan allí los restos mortales de personalidades tan importantes para la nación como lo son Carlos E Restrepo, María Cano, Pedro Nel Ospina, y el más reciente Tomás Carrasquilla.

Aunque este ilustre escritor antioqueño falleció hace 82 años, la semana pasada sus restos fueron trasladados desde la cripta de la Catedral Metropolitana hasta el San Pedro gracias a una iniciativa del museo de preservar la memoria de tres grandes exponentes de la literatura colombiana. Junto a la nueva tumba de Tomás Carrasquilla se encuentran las de Jorge Isaacs y Gustavo Álvarez Gardeazábal, esta última aún vacía.

Este espacio, el cual fue declarado Bien de Interés Cultural de la Nación en 1999, cuenta con una amplia programación cultural, educativa y académica de eventos gracias a los cuales recibe cerca de 800 visitantes al mes. Eso sin contar las miles de personas que lo visitan diariamente por servicios funerarios.

Visitas guiadas dominicales, recorridos nocturnos, atardeceres en el cementerio, talleres del duelo y Death café son solo algunos de los eventos en los que los visitantes podrán conocer la historia del lugar y de cada una de las piezas de arte que allí reposan, igualmente podrán acercarse al concepto de la muerte y dejar muchos de los tabúes y prejuicios que se tienen sobre ella.